La Comunicación No Verbal ha sido, es y tiene que ser indispensable, necesaria, ineludible, útil para hacer de nuestra comunicación una herramienta, coherente, de ahí, potente y por tanto, absolutamente persuasiva.
Es por ello que necesitamos empezar a tomar cartas en el asunto, haciéndonos conscientes de su importancia, de su poder, formarnos en sus conocimientos, en sus distintas disciplinas.
Nuestra mirada, nuestra expresión facial y nuestras manos son pilares esenciales en la correcta interpretación de los gestos y por tanto para interpretar pensamientos y actitudes y es aquí donde está la otra gran diferencia con la comunicación verbal que únicamente lo que nos da es simple información.
Fijémonos en una negociación, en las distintas maneras de sentarse y qué nos dice cada una de ellas.
Mark Knapp descubrió que existe una fórmula general para interpretar las posiciones de las personas sentadas. Diferencia cuatro posiciones básicas:
Posición en ángulo. Es usada por personas que conversan de manera amistosa e informal, permite un contacto visual ilimitado y facilita la observación de los gestos de ambos. Con esta ubicación se evita la división territorial de los gestos de ambos. En esta ubicación se evita la división territorial de la mesa y se ayuda a distender los ambientes tensos.
Posición de colaboración. Esta es la manera en la que suelen sentarse dos personas cuando realizan juntas algún trabajo. Es una postura estratégica para que se tenga en cuenta lo que se dice.
Posición competitivo−defensiva. La mesa se usa como barrera y da a entender que ambas personas compiten, aunque en la mayoría de los casos lo que denota es una relación de superior−subordinado. Si lo que se desea es persuadir al otro, esta colocación disminuye la posibilidad de éxito. La mesa se divide inconscientemente en dos mitades y, por ejemplo, en una negociación, una parte percibe el avance de la otra
Posición independiente. Es la que se adopta cuando una persona no quiere interactuar con la otra. Puede indicar hostilidad, y debe evitarse cuando se necesita una conversación sincera. Podemos decir entonces que el lenguaje no verbal es mucho más compleja que el lenguaje humano y que posee mucho más contenido en cuanto a lo que expresa tanto voluntaria como involuntariamente.
Si a esta información le añadimos más y correctamente interpretada tendremos la iniciativa en cualquier negociación.