-
Entradas recientes
Contacta con nosotros
La búsqueda de trabajo es una carrera de fondo que puede suponer un importante desgaste de energía y afectar a la autoestima. La mejor manera de afrontar un proceso de búsqueda de empleo es partiendo de una óptima confianza en las propias habilidades y competencias, adquiridas durante experiencias laborales, personales y, sobre todo, formativas.
La formación para el desarrollo de competencias que nos ayuden a encontrar un trabajo, o a promocionar en el mismo, va a ser, en realidad, un proceso que estará presente a lo largo de diversos momentos de nuestra vida laboral.
Naturalmente, cuando necesitamos encontrar un trabajo, esperamos que la formación profesional o la titulación para la que nos estamos preparando tenga una orientación clara y eficiente hacia el empleo.
Un profesional altamente cualificado es aquel que no solamente adquiere competencias para realizar una actividad laboral en concreto, sino aquel que ha adquirido competencias suficientes para ofrecer movilidad dentro de la empresa y adaptación con facilidad a los cambios.
En este sentido, la formación continua va a ser clave para la competitividad tanto profesional como empresarial. Hay que partir de la base de que el actual entorno es tan altamente digitalizado y competitivo, que una desconexión ante los cambios que puedan estar sucediendo podría hacer que un buen trabajador fuese rápidamente descartado o dejase de estar bien considerado. Y esto puede ocurrir muy rápidamente.
Enfrentarse al reto de la adaptación continua no solo implica formación en contenidos sino también en formas de trabajar, procesos y diversas herramientas, ya que con más rapidez de la esperada se pueden ir quedando obsoletos y necesitar renovarse.
La complejidad de los entornos laborales es cada vez más alta y solo una formación continua de calidad puede mantener el equilibrio para que tanto empresa como trabajador no se vean abrumados. Y es que mantenerse arriba, en la cresta de la ola, no siempre es fácil.
Los beneficios de la formación para el desempleo se han venido comprobando por los profesionales de la formación durante años.
Es obvio que los programas de formación para el desempleo ayudan a encontrar trabajo o a la reintegración al mercado laboral, gracias a la capacitación y educación que se obtiene a través de ellos.
Los cursos de formación, a menudo gratuitos, así como la formación profesional reglada dirigida a la obtención de una titulación, resultan la mejor forma de invertir nuestro tiempo cuando estamos en proceso de buscar trabajo.
Normalmente estos cursos ofrecen sistemas de estudio de gran flexibilidad, con contenidos que están desarrollados de tal modo que el aprendizaje se vaya produciendo de una forma natural.
Desde el principio el alumno sentirá que lo que aprende es útil para su desarrollo laboral y sabe que podrá aplicarlo, por lo que va ganando seguridad en su propio desempeño y se enfrentará con una actitud mucho más proactiva a las entrevistas de trabajo.
Otra de las grandes ventajas de la formación para el empleo es el uso de una metodología que ofrece todos los recursos necesarios para que el alumno no sienta que la formación supone una complicación en su vida. La optimización del estudio, el enfoque práctico y la flexibilidad de horarios van a ser sus grandes aliados para que la formación no suponga una carga de estrés añadida al propio estrés de la búsqueda de empleo.
Los cursos de formación se orientan al desarrollo de habilidades en sus alumnos, lo que implica que el trabajador sea capaz de adaptarse con facilidad los distintos contextos profesionales. ¿Por qué?
Como ya venimos comentando, el conocimiento que se necesita en las empresas cambia muy rápidamente, de manera que el punto fuerte de los empleados deben ser sus habilidades. Se entiende así que estas mejorarán considerablemente la empleabilidad y el rendimiento de los profesionales.
El trabajo en el desarrollo de habilidades pasa, por ejemplo, por saber mantener el interés y la motivación, ser proactivo y actuar con rapidez.
Se trata, por tanto, no sólo de desarrollar los conocimientos técnicos, sino también las habilidades y competencias, potenciando en el trabajador la proactividad, las habilidades para el trabajo en equipo, el desarrollo de su capacidad analítica y sus habilidades para la resolución de problemas.
Habilidades como la comunicación o innovación, el desarrollo de la creatividad y las habilidades de adaptación al cambio serán fundamentales en el desarrollo de la competitividad.
¡Descubre todo nuestro catálogo de cursos!
A la hora de encontrar trabajo debes mantener tu marca personal siempre actualizada, con un currículum vitae de excelencia, y con tus perfiles de LinkedIn y de las páginas de búsqueda de empleo siempre actualizados, completos y adaptados a cada oferta.
Asistir a eventos relacionados con tu profesión, ampliar tus redes sociales y mantenerte activo es imprescindible a la hora de encontrar trabajo. De lo que se trata es de diferenciarte, de destacar, y para ello hay que estar siempre donde corresponde.
Desarrollar un sello propio pasa por saber comunicar con claridad qué te hace relevante, lo que supondrá que tengas una mayor visibilización entre tus competidores. Todo esto es algo que se va haciendo en las distintas interacciones sociales, tanto cara a cara como en la red: todo lo que haces, dices o muestras va configurando tu marca personal, e influye en la decisión de contratarte.
Aumentar el número de interacciones con personas de tu sector, tanto en entornos físicos formales o informales, como en la red, es imprescindible. Por muy bueno que seas en tu trabajo, necesitas que te conozcan y que confíen en ti.
En definitiva, hoy en día la formación es clave en el proceso competitivo para la obtención de empleo, y esta debe ir enfocada al desarrollo de habilidades y competencias, más allá de los contenidos. Las características de flexibilidad y metodología de la formación para el empleo aportan grandes beneficios a sus alumnos, y les ayudan construir su marca personal para encontrar trabajo.